miércoles, 28 de julio de 2010

ALICE in The Nightmare Land

ALICE in The Nightmare Land

Según Ale- Ale- Alejandro :P



CAPÍTULO CINCO


¿Realidad, fantasía o pesadillas?.

NA: Le doy las gracias a mi libro de sinónimos, porque sin el estoy perdido XD
Otra NA: Te lo dedico.



-¡SCRYING!-



***
Cuando abrió los ojos se encontró echa ovillo en el centro de su habitación. Todo estaba en penumbras, salvo un ligero rayo de luna que se colaba a través del ventanal y que descargaba su luz contra un pequeño reloj electrónico que marcaba las 3:00 AM. La misma maldita y puñetera hora que le había arrebatado el sueño durante la última semana. Se levantó con mucha dificultad del suelo, caminando a trompicones a través del recinto, hasta llegar al baño, donde descargó su estómago, como si hubiera tomado un potente vomitivo. Permaneció ahí, con el rostro casi en el fondo de la taza; temblando y sudando como condenada. Cuando las arcadas terminaron, terminó sentada en el frío y blanquecino piso, aún perturbada por las intensas pesadillas -porque eso quería creer que eran - de las noches anteriores.

Blackrabitt, el conejo blanco, la reina roja II. Alexa, Israel, el jurado, las cartas, Max (su eterno y extraño salvador) y Klaus.

Su corazón comenzó a agitarse de nuevo. Trató de sacarse los malos pensamientos y las escalofriantes imágenes de su cabeza, -típicas de un capítulo de la: “Dimensión desconocida”- golpeándose ella misma en la frente, con la palma de su mano, para que de algún modo, sus ideas se acomodaran en sus respectivos lugares. Situación difícil porque nada en su vida había tenido un orden desde que tenía uso de razón; todo se encontraba manchado, sucio y fuera de lugar. Ella misma se sentía desplazada de un mundo real. Así pues, se levantó más por fuerzas, que por ganas, ayudándose del lavamanos. Aún con los músculos entumecidos, pudo abrir las llaves y así mojar un poco su rostro con agua fría del grifo; después se contempló un poco en el espejo y así observar que debajo de sus ojos, comenzaban formarse dos manchas casi violáceas.

<<     Lo que me faltaba, unas lindas y repugnantes ojeras    >>

Que desde luego, eran el resultado de sus increíbles, y calenturientas incursiones dentro de su mundo de pesadillas, en donde ella era el objeto del deseo de todas esas criaturas (que bien podía ser sacadas de alguna película de Tim Burton) y que se peleaban el derecho de gozar de sus favores carnales.

<<    Creo que estar demasiado tiempo en el internet viendo páginas pornográficas, te está atrofiando el cerebro Alice Liddel. Necesitas acción real, con personas reales y no esa clase de estímulos    >>

Terminó echando agua al espejo para limpiarlo un poco, cosa que no logró, el maldito era más viejo que la abuela de su abuela. Haciendo un mohín de resignación dio media vuelta para dirigirse a su cama. Dichosa ella que no pudo apreciar como una mano descarnada con grandes garras, salía del espejo tratando de alcanzarla por su cabello.

Apenas caía en la cuenta que se encontraba de nueva cuenta desnuda y lo más curioso de todo, era que su ropa (con las que se acostaba todas las noches) ya nunca más volvía a formar parte de su guardarropa. “se esfumaban en la nada”. A ese paso, terminaría sin ninguna clase de indumentaria para cuando finalizara el año, sus padres se infartarían (dramatizando de más por supuesto, el dinero no les importaba, pero hacerla sentir menos que nada... sí, y ¡cuánto lo gozaban los muy malditos hijos de puta!) y ella terminaría poniendo cara de estúpida, rogando por un poco más de su generosa caridad. Odiaba no ser dueña de su vida y odiaba esperar unos cuántos años más para ser completamente libre. Pero mientras eso ocurría ella tenía que aguantar el encierro en Blind Lilly Valley. El colegio en sí, no estaba del todo mal. Cuanto más lúgubre y lleno de fantasmas mejor, pero eran algunas personas - Como Klaus y su eterno acoso- lo hacían menos soportable. Suspiró resignada, todavía faltaban algunas horas para que amaneciera. Buscó un pantalón de lana y una playera, se vistió y se metió a la cama a tratar de conciliar el sueño. Pero no lo logró, así que resignada, tomó pluma y cuaderno de hojas blancas y comenzó a dibujar cosas extrañas. Cosas garabateadas que la llevaron a hacer un colage con todos los personajes de sus pesadillas. Nunca había sido una gran dibujante, pero aquello le había quedado excepcional  <<    Demasiado bueno para ser verdad, eres una maldita suertuda    >> parecían tener vida propia y que de un momento saldrían del dibujo, un buen marco sería el toque final; ya le mandaría a hacer uno cuando tuviera día libre.

La alarma del reloj de la mesita de noche sonó. Hora de levantarse, se estiró un poco, se dio una buena ducha, se calzó el uniforme y finalmente, se echó la mochila encima, para dirigirse al área de comedor.

Como fue de esperarse, había sido la primera en llegar, tomó uno de los lugares más alejados y se dispuso tomar sus alimentos. Tan ensimismada estaba que no se dio cuenta que alguien se sentó a su lado y no fue sino hasta que sintió como un aliento frío que susurró su nombre, que pudo salir de su ensoñación.
Corrección.
Salir de su pesadilla.

La dama roja estaba a su lado, sonriéndole con toda la maldad de lo que era capaz, y ella se levantó de un brinco, ocasionando que se echara encima el desayuno. Alice miró a su alrededor; algunos alumnos que ya se habían reunido, la miraron sorprendidos, para más tarde cotillear en voz baja, haciendo comentarios sobre su persona:

-¿Pero qué se podía esperar de alguien como ella? Está completamente loca la pobrecita.
-Es una cara dura.
- Debería estar en un manicomio.
-¿Sabían que habla con los espejos?

Tomó su mochila y salió de ahí, no sin antes hacerles la clásica seña obscena con la mano. No supo cómo, pero cuando detuvo su marcha, se dio cuenta de que se había adentrado un tanto en el bosque. Buscó un lugar donde sentarse, y apresuradamente buscar tomar sus medicamentos de manera nerviosa.

-¡Estoy harta de todo esto! ¡COMPLETAMENTE HARTA! -El eco de su voz retumbó en el ambiente , haciendo eco. Luego se llevó las manos al rostro tratando de contener el llanto. << Ya no sé que parte es real y qué no. De haber sabido que pasaría todo esto, habría puesto más empeño en…. >>

Observó las cicatrices en sus muñecas, mudas testigos de sus múltiples intentos de suicidio; sin embargo, había otras cicatrices que dolían aún más y que se aferraban a seguir existiendo y una de ellas se llamaba Klaus., quien había sido el principal detonador para todos sus desvaríos mentales; él y el gato evanescente que vivía en el espejo y que siempre aparecía en los momentos menos oportunos. Pero si tenía que elegir a cualquiera de los dos, no tenía la menor duda de su elección.
-¡TE ODIO KLAUS LIDDEL!
-Yo por el contrario no puedo dejar de pensar en él.

Una voz detrás de ella que la puso en guardia. Se trataba de Byron. “El chico femenino amante del ballet” que la había tratado como una persona apenas había puesto un pié en el colegio. Su mejor, y hasta el momento único amigo.

- Ah, eres tú Byron- respiró aliviada - Menos mal pensé que se trataba de otra... Persona.
-¿Acaso esperabas a la bruja de Blair?
-Como comediante te morirías de hambre Byron, sábelo de una vez… Un momento, necesito saber si en verdad eres tú y que eres real.
-Y luego porqué te dicen la loca de Valle Blind Lilly.
-¡Idiota!- Alice descargó su mochila contra el en varias ocasiones- Iba a preguntarte cosas que sólo tu sabes de mí, pero es tanta tu idiotez que no vale la pena. Eres tú irremediablemente.
-Tranquilízate ¿quieres? - contestó Byron acomodándose el cabello.
-Pues no me la pones muy fácil… querida.
-Uh, golpe bajo, pero me encanta- sonrió de oreja a oreja, mostrando su dentadura perfecta y blanca- No puedo negar, de donde vengo y hacia dónde voy cherrie.
-Mira Byron, no estoy de humor, así que dime de una buena vez porqué me seguiste hasta aquí. ¿Qué quieres de mi?
-Exactamente de ti…, nada, sin embargo de Klaus si. Y bueno, como tú eres su hermana, pensé que…

Un extraño sentimiento de ¿celos enfermizos? Le recorrieron todo el cuerpo. Desde el dedo gordo del pié, hasta el último cabello de su larga y frondosa cabellera. No podía ser posible que se sintiera de aquella manera y menos por alguien como Klaus. ¿Estaría perdiendo definitivamente la razón?

-Olvídalo, no voy a servirte de Celestina.
-Oh, vamos Alice, sólo introdúceme y yo me encargo de lo demás.
-Lo que te voy a introducir, será otra cosa mucho más dolorosa en tu asqueroso y patético trasero, si no te vas de aquí en éste… mismo… instante.

Alice se sentía molesta consigo misma por sentir aquello. Así que le dio la espalda a Byron, sin hacer caso de sus argumentos, y tomó el camino de regreso al complejo. Ya no tomó clases por lo que restó del día, se encerró en su habitación a tratar de dormir y lamentarse de su desgracia.
***

Había mucho revuelo en el tribunal, la situación se había puesto candente, y ella seguía ahí amarrada sin poder hacer algo para defenderse. Blackrabbit arremetía en contra de ella, y el guapo conejo blanco hacía lo posible por ayudarle a escapar de las garras de la reina roja II. Al parecer, ya el caso lo daba por perdido, (si acaso Klaus osaba abrir su gran bocota) y terminaría siendo la esclava sexual de la reina. Había intentado gritar con todas su fuerzas: ¡SCRYING! -siendo egoísta- y desaparecer definitivamente y para siempre de su horrenda pesadilla, aunque murieran los demás, pero… ¿Y si no morían? Después de todo era una simple pesadilla.

<<    ¿Dónde estás Max?    >>

Lo que vino después, paso como en cámara lenta. Klaus finalmente era llamado al estrado. Con paso decidido, con elegancia y porte, sin dejar de mirarla desdeñosamente desde aquel lugar “privilegiado” y desde donde descargaría toda su cizaña, para hundirla definitivamente y de una vez por todas.

<<    Ahora verás “hermanita” de lo que soy capaz. Tuviste una oportunidad en bandeja de plata y me despreciaste, ahora sufre las consecuencias maldita.    >>

A Klaus le fue acercada una copa con abundante líquido espumoso, para que refrescara su garganta. Se le trataba como un rey, y algo dentro de la mente de Alice grito: TRAICION.

Klaus se había vendido única y exclusivamente por no haber accedido a sus bajas pasiones ¿acaso podía ser todavía más ruin? Su hermano no tenía la mas mínima idea de lo que hacía. Klaus estaba equivocando el rumbo de las cosas y por tratar de hacerle ver su suerte, el también pagaría las consecuencias. Alice no necesitaba ser una adivina para saberlo. En “ese tribunal” nadie era inocente de nada y todos eran culpables; si así lo decidía la reina. Ella sólo se dedicaba a observar ya aplaudir, disfrutando de aquel espectáculo barato, acompañada del gato evanescente, que descansaba dócilmente sobre sus rodillas, enseñando esa larga y filosa hilera de dientes.

<<<   Maldito gato, si al menos pudiera ponerte las manos encima… te quitaría lenta y dolorosamente la piel con un escalpelo y luego te echaría a un costal lleno de sal, para que te cocieras en carne viva    >>

Klaus se levantó con mucha elegancia del asiento y se fue aproximando lenta y pausadamente hasta Alice, quien sólo atinaba a regalarle la peor de sus miradas. Sin embargo su hermano la conocía más de lo que ella podía imaginar; era como un libro abierto para él y no podía hacer nada al respecto.

-Querida hermanita - susurró a su oído haciendo que cada por de su piel respondiera de manera instintiva- Me voy a cobrar muy caro un par de cosas. Voy a hacer que llores lágrimas de sangre y gozaré viéndote humillada. Cada desprecio tuyo se convertirá en el mayor de los infiernos - tomándola por sorpresa de su espesa melena, la obligó a mirarlo a los ojos - Las cosas van a regresar a su justo orden desde éste momento

Klaus le sonrió con malicia, a escasos centímetros de su rostro. ¡Dioses! aún así era endemoniadamente bello, como un muñeco de porcelana fina. Simplemente perfecto, único e irrepetible. Con Klaus no había mitades, o lo amabas, o terminabas odiándolo. El problema radicaba en que ella parecía odiarlo… parecía.

<<    Te odio Klaus, necesito odiarte con todas mis fuerzas    >>

-Puedo sentir tu confusión y el deseo reprimido en cada célula de tu cuerpo - Klaus arremetió de manera violenta, haciéndola levantar de la silla aún con el cabello sujetado- Así que en éste mismo momento te vamos a ayudar a aclarar tus ideas, mi pequeño cervatillo salvaje.

Le dolía como el carajo, sentía que en cualquier momento se le desprendería el cuero cabelludo y la sangre comenzaría fluir lenta, angustiosa y placenteramente . Era una clase diferente de dolor, aún mejor que el de las heridas en sus muslos interiores. “El dolor del sometimiento” del débil ante el fuerte; el de la presa ante el poderoso cazador. Dolía si, ¡pero se gozaba tanto! Casi tan fuerte como la más peligrosa de las drogas… ¡No! ninguna droga podía comparársele, no había ninguna cosa en el mundo capaz de producir tal placer insano.

Antes que pudiera hacer cualquier cosa, sus rodillas chocaron contra el suelo. Abatida y sin posibilidad de levantar la mirada , se vio rodeada por todos aquellos seres extraños, que se burlaban sin piedad. La luz se fue volviendo cada vez más tenue, hasta convertirse en una pequeña llama que flotaba en el centro; y de pronto el silencio… Ése extraño silencio que dice más que mil palabras. Alice había pasado muchos ratos de soledad; ¡Seis largos y tortuosos años para acostumbrarse a ver su sombra reflejada en la pared!, pero el sentimiento de vacío que experimentaba era nuevo, y el no saber cómo actuar la estaba convirtiendo en una indefensa criatura, encerrada dentro de su propio cuento de pesadillas.

La música de circo comenzó, y una luz provenida de algún lugar dentro de la oscuridad, descargó su rayo en un espejo de cuerpo entero que apareció como por arte de magia; del otro lado, se encontraba una silueta, hasta el momento difusa, pero que al pasar los segundos, fue tomando su justa medida. La medida de Byron para ser exactos. Detrás de él, apareció una figura más: La del director del colegio.

¡Alice quiso gritar y advertirle! Pero fue demasiado tarde, El chico fue empujado bruscamente, hacia el interior de lo que fuese ése inmundo lugar.

<<   ¡Por todos los dioses, no… !   >>

-¿Alice? -Byron estaba extremadamente confuso, sin dar crédito a lo que veía- ¿Qué es lo que estás haciendo aquí? ¿Qué es éste lugar?

La chica intentó sacar fuerzas de su flaqueza. Levantarse e ir hacia él y escapar los dos juntos, pero no pudo. Una fuerza extraña la mantuvo anclada al piso y un gran parche color rojo apareció en su boca impidiéndole hablar. La risa de la reina retumbó por todos lados, haciendo un molesto eco.

-¿Esto es una especie de broma verdad?- continuó Byron - Ya sé, estás molesta por lo que te dije de tu hermano. ¡Vamos no puede ser tan malo que tu hermano me traiga loco! Si es el caso, entonces tendrías que estar molesta con todo el colegio. Alice.. En serio me estás asustando. ¿Por qué no te levantas y me dices que ocurre?
-Yo puedo aclararte todas tus dudas Byron. -otro reflector apuntó a Klaus, quien miró al recién llegado de arriba abajo, con una sonrisa lasciva reflejada en sus labios-. Todo tiene una explicación y es muy sencilla. Mi querida Alice aquí presente, me ha dicho que tu sientes… afección por mi persona. ¿Estoy en lo correcto?

<<    Corre Byron, corre    >>

Klaus fue acercándose hasta Byron y éste a su vez comenzó a tragar saliva por el nerviosismo. El hermanito imponía y era la primera vez que le dirigía la palabra de manera directa. Ahora podría sentirse uno de los pocos afortunados. No siempre se podía correr con tal suerte. Al fin podría contar una verdadera historia que no rayara en lo absurdo (y sin terminar con la cabeza dentro de un apestoso retrete). Así que armándose de valor -pues quizás no volviera tener tal oportunidad- se aclaró la garganta y seguro de sí mismo respondió a Klaus:

-Así es - las piernas querían doblarse, el corazón parecía desbordarse, su pulso acelerado- Tú… Siempre me has parecido un chico muy atractivo. Klaus… Me gustas mucho. Eres como un sueño hecho realidad.

<<   Cállate Byron, cállate maldita sea    >>

Alice moría de la angustia, sin poder hacer nada.

La música de circo terminó y los tambores anunciando el acto más importante de la noche, comenzaron a tocar su música infernal; como si el hombre bala estuviera a punto de atravesar la carpa de lado a lado. La gente de “mundo pesadilla“ (que aún se mantenía oculta en la oscuridad) comenzó a reír a carcajadas y a aplaudir como desquiciada.

-Soy el sueño para cualquier persona que se jacte de tener intactas sus facultades mentales- observó de reojo a Alice- Soy tan inalcanzable como yo así lo desee, pero… Hoy me siento complaciente. Y si te portas bien, esos sueños reprimidos que has tenido por años, quizás se conviertan en una realidad; después de todo, creo que eres la clase de chico que puede complacerme tal y como a mí me gusta… sin ninguna clase de restricciones, ni pudor.

<<    Eres un grandísimo hijo de puta    >>

-Reprime tus comentarios fuera de lugar Alice. Aquí, de éste otro lado del espejo, puedo leer tus pensamientos.- Klaus le regaló una mirada fulminante- Sé todo lo que pasa por tu pervertida cabecita… Todo. Y ahora Byron, ven acércate un poco más, donde yo pueda verte.

Klaus estiró su brazo. Byron parecía una marioneta manejada por el deseo, ahora estaba seguro de que haría cualquier cosa, con tal de conseguir los favores de aquel Dios con cara de ángel. Como un autómata se fue acercando sin apartar su vista de aquellos ojos de azul intenso; lo tenían completamente hechizado, perdido, maniatado, imposibilitado para actuar con cordura.

Rompiendo todos sus esquemas, terminó para alcanzar la mano que le ofrecían, y al momento de hacer contacto sintió como si miles de bombas estallaran dentro de su cuerpo. La llama del deseo estaba viva y quemándole las entrañas. El corazón bombeaba a un ritmo acelerado y su razonamiento, cordura u lo que fuese; perdido para siempre. Klaus sonrió triunfante, atrajo a Byron hacia su persona, y lo rodeó con sus brazos.
-Ahora eres mío.

Alice no podía creerlo ¡Simplemente no podía! Su hermano se iba a salir con la suya; lastimaría a Byron sólo por tratar de darle ¿celos?

Celos.
Celos.
Celos.

Klaus tomó la barbilla de Byron y lo besó con ferocidad, envolviendo sus labios de manera desesperada, casi al grado de hacerlos sangrar. A pesar de contar con solo diecisiete años, era todo un experto en el arte de la seducción y sabía envolver con sus besos y caricias. Y después del beso apasionado; atacó el cuello con su lengua, dándole a su vez pequeños mordiscos aquí y allá, sólo para “marcar” un poco su territorio, mientras sus manos iban a posarse justo a su trasero. Byron respondió con la misma intensidad, sacándole la camisa, para acariciar su espalda. Pero Klaus tenía otros planes; obligó a Byron a darle la espalda y que Alice lo tuviera justo en frente. Quería que ella fuese una muda testigo del inmenso placer reflejado en el rostro de su compañero.

-Tú podrías estar en lugar suyo, sólo es cuestión de tomar la decisión correcta.

Entonces su mano se metió justo adentro de los pantaloncillos, mientras con la otra iba desabotonando lentamente el saco escolar y su boca atacaba la oreja izquierda de Byron, que pasó un brazo por detrás de la cabeza de Klaus para tener un mayor contacto, mientras se mordía los labios evitando soltar algún sonido “extraño”, sin embargo, cuando Klaus comenzó a masturbarlo, no pudo más e irremediablemente gimió y suspiró; suspiró y gimió en repetidas ocasiones deseando que el tiempo dejara de correr y se estancara en ése instante.

Alice no pudo hacer otra cosa más que desviar la mirada ¡no podía contemplar aquel espectáculo! Aunque… no podía ser ajena a los susurros y a los gemidos de Byron. ¡Genial! ¿Ahora se estaba convirtiendo en una Voyerista?

Pero Klaus gozaba viéndola retorcerse por el dolor, los celos y la envidia. Así que el siguiente movimiento fue poner a Klaus a la altura de su cintura y que su “amigo” le bajara lentamente el cierre del pantalón. Una carretada de aplausos volvió a romper el silencio, tal pareciera, que todos los habitantes de aquel extraño mundo estaban deseosos de que aquel acto se volviera un poco más atrevido y dadas las circunstancias, Klaus los iba a complacer.


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lunes, 12 de julio de 2010

CAPITULO4

CAPITULO 4

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-¿P-profesor? ¿E-es usted? -Harry tenía los ojos desorbitados.

-Claro que soy yo Potter, sólo que me he renovado. ¿Te gusta mi nuevo atuendo? Échale un ojo ¿A poco no está chevere? Todo en piel negra. Hasta las botas son de piel de cocodrilo. El muy maldito me mordió la pierna; pero de un garrotazo, lo eliminé. ¡Ah! y que esto quede entre nosotros Potter, no quiero pleitos con Green Peace. Ahora deléitate la pupila muñeco.

Iam, to sexy... (Se escucha la canción)

Severus-sexy-Snape dió varias vueltas delante de Harry para que lo apreciara en todo su esplendor. Cabello agarrado en una coleta, un chaleco, con la figura de una serpiente bordada en toda la espalda, dejando al descubierto su pecho lleno de pelos; un tatuaje en el brazo izquierdo (El mismo dibujado, encueradito) varias pulseras y cordones trenzados en la muñeca derecha. Por cinturón llevaba una cadena, y las botas que había mencionado le hacían ver más alto y temible. Ya solo le faltaba su motocicleta Harley... Y para rematar, sacó un encendedor, que emanaba una flama de gran tamaño. Prendió un cigarrillo e hizo una figura con el humo.

-N-no puedo creerlo... Q-qué cambio.-Harry se levantó del piso, todavía con la baba de fuera.

-Espero que la caída no haya lastimado esa parte que menea con tanto entusiasmo, cada que camina por los pasillos... Potter. Vuelo a ofrecerle mis más sinceras disculpas. ¿Qué puedo hacer para remediar mi error?

Severus-sexy-Snape acercó su cuerpo al de Harry y lo tomó por la cintura. Le dió un pase de baile tipo tango, dejando a Harry abajo y el arriba, viéndolo lujuriosamente. Luego lo alzó y entrelazó su pierna contra la del estudiante y una de sus manos, fue a parar a la nalga izquierda de Harry.

(Ahora la música de fondo es un Tango)

-¡Ay nanita! Profesor... ¿QuÉ está usted haciendo? Nos van a ver... ¿Qué van a pensar los demás?

¡Algo andaba mal ahí! La apariencia de Severus era la de un vándalo, pero su manera de expresarse y de actuar era otra.

-¿Quiere pasear conmigo Potter? Sé de un lugar donde nadie nos va a molestar. Vamos... No le dolerá... Digo, le encantará.

-¡No gracias! Tengo que ir a... Mi arbolito... Si, a eso... Orinita vengo... Con permiso.

Harry logró zafarse del agarre del pervertido profesor.

-Nos veremos después Potter. ¿ Y ahora que haré? Dado que el pichón se me escapó, buscaré otro para entretenerme. ¡Ah! ya sé quién puede servirme. Muahaha.


___


Cuando menos lo supo, Harry ya estaba en la entrada de su sala común. Tomó un poco de aliento sosteniéndose de la pared.

-¡Merlín! Sí que se le pasó la mano a Neville. ¡El profesor me estaba fajando! me torteó mis nalguitas.

-¡¿Qué profesor se propasó contigo Harry!?

Nuevamente los gemelos, que contaban las ganancias de sus calzones-cinturones de -castidad, en frente de él. George fue quien hizo el comentario malintencionado.

-N-nadie, nadie. Sólo repasaba mis diálogos para... Una obra de teatro... Sí, eso es lo que pasa... ¡ja!

-¡Y yo soy Brad Pitt! No nos quieras ver la cara de bobos Harry. Ese rubor en tus mejillas te delata. Sé sincero con nosotros, no le vamos a decir a nadie. Anda no seas tímido. ¿O es que buscas salvarte de las garras del vampiro violador por tus propios medios? ¿Eh? pillín... ¿Ya vas a entregar el tesorito?

-No sé de que hablas Fred. Para tu información... Yo no necesito...

-¡Sh! calla, Harry, sabemos tu secreto. Leímos "por mera casualidad" el informe de la señorita Pomfrey. ¿Verdad George?

-Verdad Fred. Sabemos toooodo de tí Harry. Mi hermano y yo no podíamos creer, que le hayas dado "dinero" a la vieja para que mintiera a cerca de tu estatus de virginidad. ¡Nunca te creímos capaz!

-¡GULP! -Harry tragó saliva.

-Y si yo fuera tú, estaría usando en este preciso momento uno de mis calzones -cinturones de castidad- Me queda un par, y por ser para ti, te lo dejo a la mitad de precio. ¿Te animas? Recuerda que es una oferta, una promoción... 2x100 2x100.

-Ya bájale la espuma a tu licuado Fred. Ya se acabó la venta a terceros... Recuérdalo.

-Perdón hermanito, es que se me pega lo naco, pero se trata de Harry. ¿Entonces florecilla del campo? ¿Me los vas a comprar? Por fis. (George enseñó toda su dentadura llena de sarro)

-L-luego hablaremos de eso. Ahora tengo que ir a "liberar mi alma" tomé mucha agua y ya está haciendo efecto... Adiós.

-Adiós virgencito - Los gemelos se retiraron con una sonrisa de oreja a oreja.


__
Mientras en la bati-cueva… Es decir: En la sala común de Slytherin.



-¡Ah! Me estás lastimando Crabbe. ¡Hazlo más despacio pedazo de idiota!

-Perdón Draco, es que. Estás muy duro... Debe ser por la tensión.

-¡No es eso! Mira... Goyle ayúdale a este estúpido. Enséñale como se hace.

-En seguida, sus palabras son órdenes parami,  my Master. (Respiración entrecortada)

-¿Qué haces con ese casco negro, estúpido Goyle?

-Ah, bueno... Yo.

-¿Otra vez jugando a la guerra de las galaxias? ¿No se te hace que ya estás grande para eso? pero vamos, si de que me extraño, ¡tienes el cerebro de un niño de cinco años¡ Ahora a trabajar! – Su obeso amigo comenzó a masajearle la espalda- Ah! así, así...Hmm que ricas y regordetas manos porcinas tienes. Hasta que sirves para algo bueno.

-¿Que están haciendo chicos?- Una voz aguda e irritante de vieja metiche los interrumpió.

-¿Acaso estás ciega Pansy? ¿No te sirven tus anteojos de fondo de botella? ¡Me están haciendo un masaje! Asi que… ¡Lárgate! No queremos mironas.

-Es que como oí quejidos..., Yo pensé que tenían una orgía por aquí. Y como necesito sacarme la polilla del cuerpo, me dije a mí misma; "Mi misma" debes hacer una obra caritativa y ayudarles en su labor social. Y aquí estoy... ¿No les parece lindo?

-¡Que labor social ni que nada! Me preparo para el duelo de hoy por la madrugada con Potter. Necesito estar relajado, para partirle la cara a ese cretino lujurioso.

-¡UN DUELO! WOW. Yo sé que vas a ganar Draco. ¿Puedo ser tu porrista? Andale ¿sí? para infundirte ánimos, me sé unos movimientos bien sepsis. Observa: A la guan a la tú, a la guan tu tri...

-¡NO! No, no y no. ¡Iré yo solo! ¡No quiero que nadie me acompañe. ¿Entendieron, trío de retrasados mentales? O se los explico con bolitas y palitos.

-¿Bolitas? ¿Palitos? ¡Dónde!- Preguntó desesperada Pansy. – Dame dos para llevar.

-¡En lo más profundo del bosque prohibido Pansy! ahí hay muchos. ¡Pero corre que se acaban!

La chica salió de la habitación echa la... Duro. Con velocidad.

-Menos mal que me la quité de encima y con suerte se la coma una criatura extraña. ¿¡Y qué estás esperando Goyle! Todavía no terminamos aquí. ¡Apresúrate!

-¡Yes, Master!





Harry yacía recostado boca arriba en su cama. Escuchaba a lo lejos las pláticas de Neville, Dean y Seamus, acerca de lo cuán maravillosos estaban sus calzones. De pronto ¡un ruido en la ventana! y curioso cómo era, se asomó de inmediato. ¡Se trataba de Ron! el cual estaba todavía con el calzón de la pasarela y tapándose el cuerpo con una rama de árbol tiritando de frío.

-¡¿Qué haces allá abajo Ron!?

- Obviamente no estoy tomando el sol ¿verdad? ¡Harry, ayúdame! Fred y George se llevaron mi ropa en venganza y no quiero entrar así a la sala común.

-¿Y tu varita?

-Se fue adentro de mis cosas. ¡Por favor! ¡Échame una mano!

Y tal y como lo pidió, Harry le aventó una manita... De juguete.

-¡Muy gracioso, Harry, muy gracioso! ¡ESTO ES EN SERIO!

-Ya va, hombre, ya va... No te enojes que se te hincha el hígado.

Un par de prendas de vestir salieron por la ventana del dormitorio y Ron las atrapó en el aire.

-¡Oye Harry! ésta..., ¡esta es ropa de mujer!

-¿Ah si? Upss. No me dí cuenta. Lo siento no soy bueno para conjurar hechizos de ropa. Y.. ¡Ah! creo que ya me tengo que ir. Lo siento Ron, nos vemos al rato. <<  Ahora sí me voy a vengar de todas Ron  >> Harry cerró la ventana.

-¡HARRY, NO ME DEJES ASÍ!, ¡Vuelve!

-¿Qué haces Harry? con quién estás hablando.

-Con nadie Neville. Solo fue el viento. Por cierto, ¡Contigo quería hablar! ¿Qué fue exactamente lo que le hiciste a Snape?

-Y-ya te dije que el conjuro salió mal. Le dí directamente en ya sabes dónde. ¿Por qué lo preguntas?

-Creo que ahora también tendrán que cuidarse de el. Anda como... Como... Bueno anda ganoso.

-¡No! ¿Me lo juras Harry? -Contestó Seamus.

-¿Es cierto?- Dijo Deamus.

-¡ay santa cachucha! -Neville se aferraba a su cinturón de castidad. Tanto, que él solito se estaba haciendo calzón chino.

-Es verdad. Así que...si Severus les pide salir con él a solas, a un lugar oscuro y que no conozcan... ¡JAMAS! avisen de inmediato y cuéntenselo a quien más confianza le tengan. Ustedes valen mucho y merecen respeto, cuídense a sí mismos... Y mucho ojo ¿eh?

-¡Prometido! -Gritaron al unísono.

-Así me gusta. Que sean obedientes. Y ahora si no les importa. ¿Podrían...? ¿Alguien podía enseñarme un calzón que no esté usado?





La noche llegó. Todos los estudiantes parecían dormir. El momento preciso para que cierta criatura de la noche, saliera de las penumbras. Pero ahora no venía solo..No señor... Peeves el poltergeist, le hacía la segunda.. Era ahora su brazo derecho. Ambos seres deambulaban por los pasillos, ocultándose de los prefectos y maestros fuera de su lista. Peeves como buen conocedor del castillo, le decía por donde ir y por donde no ir. Eso como favor por no haberlo atravesado, una noche que iba a hacer de las suyas en la enfermería.

-Señor ¡Frente a usted hay una ventana abierta! ¡Vaya de inmediato! es un dormitorio. Ahí puede matar varios traseros... Matar varios pájaros de un solo tiro. ¡TODOS SON VÍRGENES!

-¿Estás seguro Peeves? -Dijo con voz chillona el vampiro.

-Completamente señor. Yo lo esperaré en la guarida. Que cene rico.

 (¡PLOP! Desapareció Peeves)

-Entonces. ¡Ábranla piojos, que ahí les va el peine! ¡Voy...!

El vampiro se lanzó en picada hacia la abertura. Tres metros, dos metros, un metro. Y ¡PAM! El trasnochado del cuarto cerró la ventana inesperadamente. El pobre vampiro violador, se estrelló en el cristal y fue cayendo, despacito... Muy despacito... Hasta llegar al suelo al suelo.

*

Peeves el poltergeist, quien ya estaba en el escondite secreto, se sorprendió al ver a su "jefe" de regreso tan rápido.

-¡Ah! ¿Por lo que veo se ha dado un banquetazo verdad señor? Esa sangre que lleva en su boca lo demuestra, lo felicito. Es usted muy rápido.

-¡No animal! Lo que me dí fué un ventanazo. ¡Nunca más trataré de entrar por una ventana abierta.! Pero lo peor de todo, ¡ES QUE TODAVÍA TENGO MUCHAS GANAS! ¡Necesito cenarme a alguien!

-No se preocupe señor, la noche es joven. ¿Por qué no regresamos a revisar los pasillos? Seguramente algún estudiante estará fuera de la cama. Siempre lo hacen.

-Ya no sé si creerte o no Peeves. Mira lo que me pasó por hacerte caso. ¡Casi me quedo chimuelo! Aunque... Tienes razón... No me iré a mi sarcófago ésta noche sin haber "comido" algo. Así que vallamos afuera ¡El vampiro violador! –O sea yo- ¡atacará de nuevo!.

*

Una sombra se escurría sigilosa por los pasillos mimetizándose con cualquier bulto que se cruzara en su camino. Puertas, árboles. cuadros...

<<   Este truquito se lo fusilé a Randal, de Monsters INC.   >>

Se trataba de Draco Malfoy, quien ahora vestía un atuendo de ninja americano 20005. Al llegar a la puerta del estadio de Quidditch, se aventó una marometa tipo karateca ridícula, hacia el frente.

<<   Parece que todo está marchando a la perfección... No hay moros en la costa...  >>

Y haciendo uso de sus habilidades de Ninja, abrió la puerta de los vestidores con un gancho de ropa.

-Estos truquitos muggles, me dan risa. Así no haré magia y Potter no me va a poder localizar.

¡Pero qué equivocado estaba! Harry estaba enfundado en su capa invisible y veía todo muerto de la risa. Cuando Draco llegó hasta el centro del campo, se hizo presente.

-¡SORPRESA!

Draco brincó del susto.

-¡Eres un estúpido Potter! ¡Casi me da un infarto por tu maldita culpa! ¿Cómo es que no te ví llegar?

-Oh, ya ves, yo también tengo mis trucos; por cierto, te sienta bien la ropa que llevas. Y esas marcas negras que tienes debajo de los ojos, te hacen ver más... sexy.

-Yo no puedo decir lo mismo que tu. ¿Qué es ese trapo que llevas encima? ¿La cortina de la casa de tu tía?

-Créeme que lo que llevo debajo de esto, te sorprendería mucho Draco Malfoy.

-¿Que te traes entre manos Potter? Esa sonrisa burlona dibujada en tu cara no me gusta nada.

-Ciertamente tengo "algo entre manos" Malfoy ¿quieres verlo? ¿Si, o no?

-…

-De cualquier manera te lo voy a enseñar. ¡ESTO ES LO QUE TENGO PARA TI, MALFOY!

Harry se abrió la gabardina, Draco cambió de colores en cuestión de segundos. ¡Harry no llevaba nada abajo! solo se le veían sus piernitas velludas con sus calcetas y sus zapatos.

-¡ERES UN DEGENERADO POTTER!

-Si, ¡degenerado y qué!

-¡Se suponía que íbamos a batirnos en duelo con la varita!

-Pues por mi puedes batirte con la mía, mira ya está en firmes, lista para el abordaje. -Harry "lo balanceaba" de un lado para el otro, moviendo la cintura. -Es mi arma secreta. ¡¿Te gusta!?

-¡Es asqueroso! Lo digo y lo repito Potter: ¡Estás enfermo!

-¡Lo reconozco! estoy enfermo ¡PERO DE PASION! ¡Vengache con su papá!

Harry se le fué encima a Draco. Éste por el ataque sorpresivo, ni pío dijo.

-Ahora si Dragoncito, te voy hacer mío.

Harry trataba de besar al rubio y a su vez, hacerse de espacio entre sus piernas. Draco luchaba como fiera, por proteger su integridad, pero era tal la loca obsesión de Harry, que prácticamente estaba indefenso. Bueno, eso era lo que creía Harry, porque cuando por fín pudo sacarle el pantalón a Draco a media altura, y sacar "su pilín" para atravesarlo, éste se estrelló con algo bastante duro.

-¡OUCH!- Harry soltó a Draco (que ya estaba todo despeinado y a medio vestir) y se llevó sus manos a su "zona" para sobarse.

-¡A QUE NO TE LA ESPERABAS POTTER! ¡Tú solito te lo buscaste! ¡Eres un completo imbécil! ¿Creías que iba a salir a mitad de la noche sin protegerme? Pues te equivocaste baboso.

-Llevas... un... maldito... cinturón... de... los ... gemelos...

-Exacto. -Draco ya comenzaba a vestirse.

-Eso... no... es... justo... Malfoy...

-¡¿Y quién eres tú para decir eso!? ¡Ibas a violarme! Querías pisotear mi honra y se te cebó por calenturiento. Ahora sé que el invento de esos pobretones resultó. Y bien Potter, creo que es mi turno para divertirme contigo ahora que estás indefenso.

-Por favor Draco... Todo era una bromita estudiantil... ¡Te juro que no lo vuelvo hacer!

-Demasiado tarde para eso Potter. Ahora despídete de éste mundo.

Draco alzó su varita y Harry cerró los ojos.Pero entonces...

¡MUAJAJAJAJAJAJAJAJA! MUAJAJAJAJAJAJA! Y MÁS ¡MUAJAJAJAJAJAJAJA!

¡EL VAMPIRO VIOLADOR!-gritaron los dos al mismo tiempo.

Harry se levantó como rayo del suelo para arroparse. Y Draco empuñó su varita. El Vampiro se quedó suspendido en el aire, gozando del manjar que se le presentaba ante sus ojos. Peeves les sacaba la lengua, burlándose. Draco haciéndose el valiente le lanzó en varias ocasiones el hechizo anti vampiros, pero no contaban con su astucia… El vampiro podía hacerse invisible y cualquier maleficio en su contra, se estrellaba en otro lugar.

<<   Maldito Snape, me las va a pagar   >>

-¡Lero, lero! ¡No me diste! MUAJAJAJAJA.

-Anda búrlate si quieres asqueroso animal. El que ríe al último, ríe mejor. Yo estoy protegido contra tí. -Y le indicó con su mano el cinturón- En cambio éste -Refiriéndose a Harry. Está completamente encuerado, con el será más fácil... Es todo tuyo.

-¡Callate Malfoy! no seas así, yo así no me llevo.

El vampiro se rió a carcajada suelta. Hizo un movimiento con su mano y el cinturón de Draco desapareció. El muy maldito sabía magia.

-¡En la madre! ¡Mi cinturón! ¡Ya no está!- Draco se puso más pálido de lo que ya estaba.

Otra carcajada mas tétrica aún.

- Ahora sí todo está listo. Dime Peeves: ¿A quién crees que me voy a cenar primero?

-¡A ESTE! - se señalaron mutuamente Draco y Harry.

-¡Tú eres el virgen!

-No, eres tú.

-¡QUE A TI!

-No, a tí.

El vampiro miraba la escena como partido de tenis, hasta que se hartó.

-¡CÁLLENSE YA! Por si las dudas creo que… ME VOY A CENAR A LOS DOS. ¡MUAJAJAJAJAJAJA!

-¡NOOO! Corre Malfoy.

Harry tomó del brazo al rubio y salieron corriendo sin rumbo fijo. El vampiro comenzó a perseguirlos por el aire.

-No podrán escapar de mí... 1, 2, 3... FI FAI FUUUU. ¡El primero vas a ser tú! MUAJAJAJA.


___

Continuará.

CAPITULO 3

CAPITULO3
El ataque sufrido por Ernie puso en mayor tensión al colegio. Pero Dumbledore no evacuó. Prefirió quedarse con el dolor del estómago.



Ya nadie quería salir a ninguna hora del día, pensando que estarían más seguros en sus salas comunes. A raíz de los ataques, se habían propagado cantidad de artículos de contrabando. Lee Jordan era el proveedor. Era el encargado de distribuirlos. Sus mejores ventas: Los collares con ajos que gritaban: ¡PELIGRO! ¡PELIGRO! Cada que se acercaba un criminal en potencia. Otro de los mas socorridos era el agua bendita bebible (Que en realidad era de la llave, mezclada con otra cosa) Neville fue el primero en descubrir los efectos secundarios. Todo el cuerpo y sobre todo el rostro, se le llenó de granos purulentos. Ron y Harry lo animaban, diciéndole que tal vez, al vampiro violador no le gustaban los chicos con acné.

Para no perder la costumbre, Hermione trató de sacar de circulación a aquellas aberraciones, pero no tuvo éxito, todos la mandaron muy, pero muy lejos. Y como lo prohibido estaba permitido, toda la mercancía fue vendida en su totalidad, para placer de Lee Jordan. Los gemelos no se inmutaron, ellos se llevarían las mayores ganancias y sobre todo, LA GLORIA (Por el infierno de otros)

-Alguien va a ir a parar a la enfermería con una grave enfermedad- Decia Hermione indignada- ¡Ron, detente! ¿Qué chingadera llevas ahí?

El pelirrojo que caminaba muy sospechoso por uno de los pasillos, se paró en seco. Giró sobre sus talones y se encontró cara a cara con su amiga. Harry venia atrás con cara amargosa.

-Te pregunté algo Ron Wesley. ¿Qué escondes?

-¿Yo? N-nada, nada... Vuelve a tus asuntos.

-Claro que sí, que escondes detrás de tu espalda. Vamos muéstrame las manos.

-¿Para que las quieres ver? Todas son iguales. Seis dedos... llenas de arrugas y mugre...

-Hermione déjalo en paz. Ya te pareces a la señora Weasley.

-Harry tiene razón Hermione... Te pareces a ella. Si no te cuidas subirás algunas libras muy pronto. Y créeme que no te gustará.

-Dejen de hacerse los graciosos. Seguramente Ron lleva uno de esas cosas raras de Lee Jordan. ¿O me equivoco?

-...

-Ah tu silencio me lo confirma. ¡Entrégamelo! Está prohibido.

Ron se rehusaba a enseñarle "su secreto"; lucharon algunos minutos. Pero el objeto de la discordia, le fue arrebatado por detrás, por un gorila llamado Crabbe, y junto a este, Goyle y cierto rubio que sonreía maliciosamente con "aquello" en su mano derecha.

-¿Qué es lo que tenemos aquí? ¡Una estaca de madera corriente! ¿Con esto piensas liquidar al vampiro violador, comadreja pobretona? Que patético eres... Pero no me extraña nada viniendo de ti.

-¡Lo que haga o deje de hacer con ella, es algo que no te incumbe hurón! ¡Devuélvela!

-No lo haré. La voy a confiscar. Recuerda que soy prefecto, para desgracia de...Algunos.- Draco miró con desprecio a Harry. –Cien puntos menos para los cobardes y apestosos Gryffindors.

-¡Eso no es justo! ¡Haz algo Hermione! Tú también eres prefecta.

-No puedo hacer nada Ron, "técnicamente, está haciendo lo correcto" por esta vez, tengo que darle la razón a Malfoy, lo siento.

-Traidora.

-¡ACCIO ESTACA!

El pedazo de madera voló hasta las manos de Harry.

-Toma Ron. Haz lo que quieras con ella.

-¡Gracias Harry! Eh, yo... ya tengo que irme... Fred y George me esperan... Aquí se rompió una taza y cada quien para su casa... Si tienen tele, ahí se ven.

Ron desapareció por el pasillo de la derecha.

-Te estás pasando de listo Potter. -Draco le encaró. -No tientes a la suerte. El día menos pensado, te puedes llevar un susto. No sé... podría ocurrirte un lamentable e inesperado accidente.

-¿Es una amenaza Malfoy? ¿No puedes aceptar que te he vencido esta vez? ¿O es que pensabas utilizar la estaca de Ron para "asuntos" más turbios?- Harry lo miró con sorna- ¿Te dolió desprenderte de ella?, Vamos, yo puedo prestarte un juguetito mucho más interesante y flexible. Vuelvo a repetirte que, si quieres salvarte, ya sabes lo que tienes que hacer. Yo estaría gustoso de quitarte lo virgencito. ¿O tienes miedo?

-¡¿Y qué dijiste Potter!? ¡Este mango ya dio su brazo a torcer! ¡Pues no! primero muerto que... "eso" contigo... A-además... ¡No te tengo miedo!

Harry notó cierto nerviosismo en Draco y se acercó a él. Lo tomó por la barbilla.

-Entonces demuéstralo.

El rubio lo apartó de un manotazo.

-¡Basta! ¡Nos batiremos a duelo! Una de la mañana en el campo de Quidditch. Tú y yo solos Potter.

Harry sonrió triunfante. Eso era precisamente lo que andaba buscando.

-No tienes por qué hacerlo Harry, ¿qué tal si es una trampa?- Intervino Hermione.

-¡Cállate, enana liliputiense, nadie pidió tu maldita opinión!- Draco casi escupío en la cara de Hermine.

-Harry, si aceptas batirte...tendré que decirle a Dumbledore y a la profesora McGonagall.

-Si tú le dices algo al vejete a la ruca-Interrumpió Draco, cuando Harry iba a expresar su opinión- Le contaré acerca de los arrumacos que te das todas las noches, con esa muggle de dudosa sexualidad, que tienes de contrabando en tu habitación. ¿Cómo te quedó el ojo, dientona? ¿Creías que no me iba a dar cuenta? ¿Cómo no hacerlo, con lo escandalosas que son ambas? Oh, yes, yes, yes... GAGA, Dame más... Más más... Oh, yes yes...

Draco imitaba la voz chillona e infantil de Hermione. Sus gorilotas reían como babosos.

<>- Hermione se puso pálida.

-¿De qué habla Malfoy Hermione?

-Ahm de nada... Nada...Bueno Harry, creo que tendrás que aceptar el duelo. Ni modo, alguna vez tenía que suceder (Risitas nerviosas) -Creo... que ya me voy... Y ustedes, arréglenselas como puedan. Yo me pinto de colores (o sea que ya se va n_n) Adios.

Hermione dio media vuelta y desapareció como alma que lleva el diablo, por el pasillo de la izquierda. <>

-Como te decía cara rajada. Esta noche, solo uno de nosotros saldrá victorioso. Y no vas a ser tú.

<>

-De acuerdo. Pero te advierto que no quiero sorpresitas. Nada de profesores tratando de "agarrarme" con las manos en la masa y tampoco quiero que lleves a esos idiotas-Dijo refiriéndose a Crabbe y Goyle.

-Lo mismo digo para tí San Potter, no quiero a cierto bicho pelirrojo rondando… Crabbe, Goyle, andando... Todavía hay muchos a quienes fastidiar.



Llegó la hora cero. Once De la mañana en punto. Algunas decenas de alumnos, -también varios profesores que se habían colado, simulando estar ahí para guardar el orden-llegaron a la torre del sur. Al lado de esta se habían colocado dos mesas del gran comedor a modo de pasarela, cubiertas con alfombra roja. Del lado varias sillas y al extremo de una de ellas, se sentó el Ravenclaw saca mocos, que seguía con el mismo vaivén. Neville se juntó con Seamus y Dean- estos últimos a media distancia, por aquello de que los granos fuesen contagiosos. No asistió ninguna mujer, los gemelos habían puesto un hechizo anti-viejas.

El sonido de unas trompetas, anunció que el evento estaba a punto de comenzar. Juegos pirotécnicos al estilo Weasley, música estridente; y el clásico PUNCHIS PUNCHIS. (Musica pa bailar) Fred fue el que se hechizó la voz y tomó la palabra:

-Niños, adolescentes y caaaaballerooos. Sean bienvenidos a la gran inauguración del jugoso negocio... Digo... de la colección otoño invierno de FRED Y GEORGE KLEIN. Nuestro nombre artístico. Aplausos por favor… Bien, no nos iremos con rodeos. Te cedo la palabra George.

-Gracias Fred... Ejem... Atención todos... ¿Están hartos de sentirse inseguros por las noches?

-Si- gritaron los presentes al unísono.

-¿Quieren vencer al vampiro violador?

-Síi.

-¿Quieren dormir y pasear tranquilos, sin temer a que el bicho los atraviese?

-Siiii

-Nooo (Por ahí se escuchó una voz, que quien sabe de dónde salió)

-Pues han venido al lugar correcto. No están para saberlo, ni yo para contarlo... Pero gracias a nuestro maravilloso ingenio, hemos inventado una prenda de vestir que revolucionará la industria del vestir y el desvestir. Les presentamos ¡EL CINTURON-CALZON FLEXIBLE DE CASTIDAD!

Punchis, punchis.

De la carpa salió un niño de primer grado, que tenía el color subido hasta las orejas. Dio algunos pasos y al ver a la muchedumbre, trató de regresar, pero Lee Jordan, lo impidió y le dio un empujón. Algunos se rieron del pobre incauto, que parecía estar modelando un pañal; todo encueradito. No le quedó más remedio que caminar hasta la otra orilla.

-Este modelo es el infantil, ideal para niños de 12 a 13 años en edad de merecer, De color rosado con el estampado de Goku por el frente y por atrás como súper Sayayin. De larga duración. Anti-escurrimientos.

El chico llegó hasta el borde, dio dos vueltas como autómata y regresó.

-Quierooooo... Papacitoooo, que me lo envuelvan como regalo de navidad.

-Grrrr... ¡Cuidado, que los leones andan sueltos!

El público comenzaba a calentarse y ponerse sexoso.

-A continuación: Nuestro segundo incauto... quiero decir, modelo... Ejem... ¿Qué pasa con el segundo? ¿Por qué no ha salido Fred? ¡La casa pierde!

Draco Malfoy, había asistido por "prevención y seguridad del colegio" según sus palabras. Pero Nel, Hasta sus oídos habían llegado los rumores de que los gemelos tenían la solución, y temeroso que estaba (aunque no lo demostraba) de ser ultrajado por el vampiro violador que, había dicho a sus compañeros de casa, que iría solo, para burlarse de los Weasley, para bajarles puntos por pura diversión, y recogerles sus porquerías de inventos. Pero la realidad era otra... No perdió de vista el cinturón-calzón de castidad,

Punchis, Punchis.

El segundo modelo masculino tardó en salir. ¡Y cómo no! si se trataba de Ron, que estaba necio en no querer poner un pié en esa ridícula pasarela.

-¡No saldré a ninguna parte con esta... cosa! ¡No lo haré! prefiero que me maten. Todos se van a burlar de mí ¡Quiero a mi mamaáaaa!

-¡No seas exagerado hermanito! Ya va siendo hora de que de muestres de lo que estás hecho... ¡Porque al paso que vas, no saldrás ni en rifa!

Punchis, Punchis.

Afuera, el ambiente ya se estaba poniendo duro. Silbatinas. Jitomatazos ¡y mucha agua de riñón de la matutina! para mayor efecto.

-¡Queremos ver más!

-¡Esto es un fraude!

-¡FUERAA! ¡SAQUENLOS!

-¡Quémenlos en leña verde!

Draco era el primero en gritar y Harry estaba furioso con él, pero no le quitaba la mirada de encima.

<>

No hubo poder humano que hiciera salir a Ron y se escapó en un descuido, con rumbo desconocido. Y los gemelos no tuvieron otra opción que sacar toda su mercancía al centro de la pasarela, ya que muchos chicos estaban por abandonar el lugar.

-¡Llévelos, llévelos! ¡Son de colección, son de novedad! 2x100 2x100. ¡Que nos les digan! ¡Que no les cuenten! los únicos, los originales, no acepten imitaciones... Vengan acérquense... No se cobra por "tocar" Bara, bara , bara , baraaaa (Traducción: baratos n_n)

Dean, alcanzó uno color amarillo fosforescente, con estampado de Topo Gigio. Seamus, uno que traía música incluída y Neville uno tipo tanga con olanes. Harry no se interesó por ninguno de ellos, pero para su sorpresa, Draco Malfoy, tomó uno de la punta de los dedos, como si le diera asco. Lo revisó, lo tocó, y sonó como acero sólido.

-¿Podrían explicarme, cómo demonios se saca el "pilín" por aquí? ¿Por dónde se libera a "willy"? Esto es de fierro corriente, y nos vamos a rosar. Quiero decir… ¡Esto es un peligro para los estudiantes!

<>- Harry se frotó las manos.

Muchos de los compradores dijeron un: -¡Oh! es cierto.- Y miraron interesados a Fred y a George, que tragaron saliva. Pero de inmediato recobraron el semblante.

-Funcionan como ropa interior. Una vez que te lo has puesto se sienten ligeros y se suben y se bajan con suma facilidad. Eso sí... Para evitar ser sorprendidos, deberán ponerles un hechizo protector. Sólo con eso tendrán la seguridad de que nadie les bajará los calzones sin su consentimiento.

-Ah… siendo así nos tranquilizamos.

Suspiro general de alivio.

-¡Yo quiero tres!

-Yo quiero 5.

-¿Cuánto es lo menos? ¿Aceptan cheques?

-No hay rebajas niñito. Y todo es de contado... No hay crédito.

Los cinturones-calzones de castidad se vendieron como pan caliente. Y sería el cansancio que tenía Harry en los últimos días, pero creyó ver al profesor Dumbledore, escabullirse con algunos de ellos. Negó con la cabeza... A esas alturas del partido, el anciano ya se habría graduado y con honores. Dio la media vuelta y para su mala suerte, chocó contra un individuo, cayendo al piso.

-¡Ouch!

-¡Potter, lo siento tanto! No me fijé. ¿Te lastimaste My Darling?

-P...P-rofesor... ¿S-Snape?

Parecía ser el, pero… No… ¿Si era él?. Harry lo repasó de arriba abajo. No era... No, no era... Pero… ¡Si que lo era!
___


Continuara

CAPITULO 2

CAPITULO DOS


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Dormitorio de Griffyndor 9:00 PM
Los hombres hablan a cerca del vampiro violador.



-¡Ni loco vuelvo a salir de noche! -Dijo Seammus indignado.

-Dumbledore debería evacuar el colegio-Habló Dean.

-¡Estamos a mitad de año! Sus padres no los querrán de vuelta tan temprano. Y Mi abuela se infartaría. -Neville seguia retorciendo al pobre sapo sobre sus brazos. Al pobre animal, ya se le habían caído los tres pelos que le quedaban.

-Es mejor que se infarten a que violen nuestra honra. ¿Verdad Fred?

-Estás en lo cierto George. Aunque puede haber una solución a todo esto. ¿Qué dices Fred, se lo contamos? –Los gemelos mostraron su amplia sonrisa, y cuando eso sucedía, nada bueno podía esperarse.

Fue como si el chisme de lavadero estuviera a punto de comenzar. Todos los chicos se arremolinaron en torno a ellos. Hermione, quien simulaba leer un libro, renegaba de la actitud de los compañeros.

-¿Y ustedes no van escuchar lo que los gemelos van a decir? -Dirigió una mirada Severa a Harry y a Ron que se encontraban sentados, muy alejados de la muchedumbre. Éste último parecía perdido en el espacio, con la mirada puesta en un solo punto, de cualquier parte de la sala común. La chica cerró su libro de golpe, al parecer no le habían escuchado.

-Perdón... ¿Que decías Hermione?-Contestó Harry.

-¡Nada, olvídenlo! Me voy a la cama. Con permiso, Lady Gaga me espera. -Suspiró.

No hicieron nada por detenerla, en realidad no les importó mucho, que un tal Lady gaga la esperara en su habitación.

-Harry ¡Fué asqueroso, repugnante, a vergonzante, escalofriante, espeluznante y todo lo que terminen en, ante! -Ron seguía con el rostro desencajado, por lo que le habían tratado de encajar, contándole a Harry su ¿desgracia?

-Ya olvídalo Ron, yo también pase por lo mismo. Y antes que tú.

-¿No te das cuenta? ¡NO SE CAMBIO LOS GUANTES! Y así trató de consolarme, tratando de hacerme una caricia en la cara, para convencerme de que lo que estaba a punto de hacerme, era por mi propio bien. ¿Puedes imaginarlo? Y luego... Esa sonrisa... Esa sonrisa... MUAHAHAHA. – Harry se apartó de un brinco- No te espantes Harry, así se carcajeó la señorita Pomfrey. Yo sólo la estoy imitando... Como te decia...

-¡No lo olviden chicos! ¡Mañana será la exhibición! el que quiera ser voluntario, deberá mandar una lechuza temprano. ¡Las recibiremos hasta las diez de la mañana! Ya que comenzaremos a las once en punto, en el jardín que está cerca de la torre del sur.

La voz de George llamó la atención de Harry y Ron.

-¿De qué exhibición hablas? -Preguntó Harry curioso.

-¡AH! Ya lo verán chicos, será un buen negocio. ¡Y seremos los salvadores del colegio! -Fred, se frotó las manos con avaricia.

-¡Seguramente se trata de alguno de sus inventos ilegales!

La voz de Hermione, arriba de la escalera que daba hacia el dormitorio de las chicas. Ya estaba enfundada en su pijama de Bellota, de las chicas súper poderosas.

-Mi estimada y bien ponderada prefecta metiche sabelotodo. El invento del cual hablas, salvará el trasero de algunos alumnos. Y digo de algunos porque, ya me he enterado por ahí, que "ciertos individuos" ya han pasado a ser “cancha reglamentaria”. Sin ofender lo presente.

-¿¡QUE INSINUAS ¡?

-¿Yo? Nada, nada. Es hora de retirarnos. Fred y yo, tenemos muchas, pero muuuuchas cosas que hacer para mañana. Que descansen y... No olviden cerrar sus ventanas. El vampiro podría colarse por cualquier rincón u agujero que encuentre libre. ¡AH! se me olvidaba Ron. Tú, como nuestro hermano que eres, tendrás que ayudarnos, ya te diremos de qué forma. Hasta mañana.

Los gemelos subieron a sus dormitorios.

-Esas miradas no me gustaron para nada.-Ron tragó saliva al recordar aquella araña que le aparecieron misteriosamente en los pies, una mañana de Diciembre.

-¿¡Acaso no piensan irse ustedes también!- Volvió a gritar Hermione a Harry y Ron- ¡Suban ahora mismo!

-¡Hermione, bájale! Te cargas un genio, de cúmpleme tres deseos últimamente que...

-Ron. Por si lo habías olvidado, soy prefecta, y tengo que revisar que todos los estudiantes estén en sus HABITACIONES PARA DOMIR ¡Ahora laaaargo!

Hermione les señaló con la mano, la dirección hacia las escaleras. Los chicos tuvieron que acceder, no sin antes pensar en mil y un adjetivos calificativos insultantes para la odiosa prefecta, sabihonda de Hermione Granger.

<<¡YES! Se han ido todos a hacer la meme… ahora solo tengo que esperar y... >>

De la chimenea salió el cuerpo delgado y blanco de una mujer de cabellos rubios, cubierto de polvo negro.

-D-¿Donde estoy ¿Quién carajos eres tú?- Preguntó la mujer a Hermione.

-¡Ay Gaga! me encantas cuando hablas así ¡Te ves tan... Chenchual!. << Mi hechizo funcionó… ¡BIEN! >>

-¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Qué es este lugar?

-¡Ah! Tengo que explicarte muchas cosas. Pero antes... ¡Déjame ser tu Vamp ¡GRITA QUE QUIERES QUE TE ENSEÑE MIS DIENTES! Esa frase me mata. ¿No seas malita, anda si?

¡PLOP!

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Cuando los otros chicos llegaron hasta sus cuartos, Neville practicaba el hechizo anti-vampiros con cierto aire de incredulidad.

-¿Preparándote Neville?-Preguntó Harry.

-Sí, pero no me sale. Creo que necesito ponerle más enjundia... Creo que las nalgas no me salen.

Ron le echó una mirada de arriba abajo a Neville.

-Y no te culpo. En verdad que no te culpo. Creo que llegaste demasiado tarde a la repartición de traseros.

-¿A cuál repartición, de qué hablas?

-Ah, nada olvídalo. Pero en algo te apoyo. Ese dichoso conjuro es bastante idiota. Sólo a alguien como a Snape, se le pudo haber ocurrido algo asi (NA: Se me ocurrió a mi ¬¬) -Qué tontería es, es eso de: Vampiro que por las noches volarás. ¿Y qué tal si también sale de día?

<< Otro baboso >> -Pensó Harry -Bien, ya es hora de babear las almohadas. Que descansen. Yo estoy molido.

-Si no te importa Harry, seguiré practicando... O si no... Me las veré negras. Er... chicos...No están para saberlo pero... Cuando fuí al despacho de Snape... Bueno... Hubo un accidente...

-¿Qué clase de accidente?- Preguntó ansioso Harry

-El conjuro salió mal. Le pegué directo a Snape.

-¡LO MATASTE! -Grito esperanzado Ron.

-No. Creo que algo pasó... No estoy seguro. Mañana lo verán con sus propios ojos. Bien, ya no los detengo. Que descansen. ¿Entonces tengo su permiso para...?

-Por mí no hay problema Neville, sigue repasando. Cuando pego la oreja en la almohada, no hay poder humano que me despierte, hasta mañana mujerzuelas.

-Hasta mañana-Contestaron Ron y Neville.

El pelirrojo y el ojiverde se perdieron en sus respectivas camas. Neville volvió a tomar la pose de esgrimista fracasado.

-Vampiro... Que por las noches... Hmm no, me hace falta fuerza...Nalgas... Eh, demasiado flácido... Digo... quedo...

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El castillo quedó en penumbras.

Solo las sombras de algunos profesores y prefectos vigilantes, deambulaban en parejas por los pasillos, en la búsqueda del vampiro violador. Muy lejos estaban de imaginar, que "alguien" los vigilaba desde la parte alta de la torre de astronomía (NA: Qué original ¬¬) Tenia unos ojos grandes y redondos. Unas orejas largas y puntiagudas, un cuerpo pequeño y arrugado y un... Un... Bueno un pirrín listo para el siguiente ataque. Esperó pacientemente, a que algún zoquete se hiciera el valiente y se separara de su pareja. No espero más allá de media hora. Ernie, un chico alto y bastante estúpido, fue el elegido por el escritor (o sea yo) para que le dieran ganas de ir a orinar en ese preciso momento. Y como los hombres no van en parejas como las mujeres (NA: Todavía me pregunto ¿por qué?) le dijo a su compañero prefecto que lo esperara unos minutos. El vampiro supo entonces que era momento de atacar.

Ernie, se acercó al mingitorio, sacó su "pirrín" y lo colocó en posición. De pronto... Un ruido extraño detrás de él.

-¿Eres tu Pancracio?- Preguntó nervioso, pero nadie le contestó.

Silencio.

-Ya voy, no tardo. << Y a quién demonios le hablo si no hay nadie >>

Otro ruido, ahora más cerca. Ernie, ya no terminó de orinar, "lo sacudió", subió su bragueta e intentó salir.Pero de pronto...

-MUAHAHAHA (Risa macabra)

El animal nocturno, ya se había "parado" enfrente de Ernie. Amenazante, enseñando sus... Colmillos.

-¡ES EL VAMPIRO VIOLADOR! -Gritó Ernie- ¡Oh! Y ahora ¿quién podrá defenderme?

-¡YO!

-¡Es el chapulín colorado! Un momento... Tú eres de una serie de televisión setentera. ¡FUERA¡ ¡FUERAAAAA! Búscate tu propio programa. No me quites mis cinco minutos de fama. – Contestó agarrando al chapulín por las antenas.

-¡Ay! con mis antenitas de vinil no te metas.

Ernie sacó al Chapulín de la acción, dándole una patada en el trasero.

-Ahora... ¿En qué nos quedamos? ¡Ah sí! ¡ATRAS, MALDITO VAMPIRO! Yo Ernie, ¡te venceré!

El vampiro volvió a reír macabramente.

-MUAHAHA, MUAHAHAA Y MAS MUAHAHAHA.

-Ah, con que te burlas de mí. Ahora verás… -sacó valientemente su varita- ¡VAMIPIRO, VAMPIRO, QUE POR LAS NOCHES VOLARAS! A PESAR DE TUS HECHIZOS ¡MIS NALGAS NO LAS TENDRAS!

No pasó absolutamente nada.

- Ah chinga… ¡Algo debe andar mal aquí!- sacudió la varita y arremetió por segunda vez-¡VAMIPIRO, VAMPIRO, QUE POR LAS NOCHES VOLARAS! A PESAR DE TUS HECHIZOS ¡MIS NALGAS NO LAS TENDRAS!

De pronto, una voz, tipo señorita de terminal aérea, dijo:

-Lo sentimos, el hechizo que usted invocó, está ocupado, le sugerimos, tratar mas tarde.

-¡Nooo!

¡Y atáscate, ahora que hay lodo! Esa noche... Cayó una víctima más del vampiro violador.

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CORRE PERO NO GRITES -1

Esto tenía que ponerlo acá, ^^

NA:

Este idea me llegó en un rato de aburrimiento ¡ES UNA TOTAL Y COMPLETA LOCURA! como las que usualmente hago ¬¬ No tiene pies ni cabeza, advertidos están. Así que no Flammes. Los personajes están OOC.


Tiene algunos modismos mexicanos, por lo que algunas cosas pueden no entenderse del todo he he he

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Lugar: Hogwarts, Comedor. 8:00 AM



Todos los alumnos y profesores de Hogwarts, se habían reunido muy temprano, en el amplio comedor, por órdenes expresas de Dumbledore. Pero no fue para tomar sus sagrados alimentos como cada mañana, de un mes cualquiera, en un día cualquiera. ¡No señor! sino para otra cosa ¡mucho más importante! Una cosa atrás,... Quiero decir: atroz, se estaba cerniendo sobre el colegio.

-Queridos alumnos, y otros no tanto... cof, cof; Los he mandado llamar, por un asunto extremadamente urgente. Podríamos decir, de seguridad nacional.

<< ¡Urgente, claro… puras mierdas! >&gt; -Pensó un chico media sangre de Ravenclaw, que estaba más dormido que despierto.

-El personal docente había querido mantener en secreto esta calamidad, pero dadas las circunstancias, yo y los profesores (El burro por delante) hemos hablado al respecto y no nos ha quedado otra opción, más que ponerlos al tanto de una terrible tragedia.

-¡Hable rápido anciano, no tenemos todo su maldito tiempo!

Draco Malfoy, haciendo uso de su "poder" verbal, se estaba impacientando (Y no era el único desde luego) Severus Snape, había dejado atrás su clásica sonrisa irónica número cuarenta y cinco, permaneciendo serio y hasta cierto punto nervioso. Harry, Hermione, Ron y el cerdo… Perdón, quise decir, Neville, escuchaban con atención, lo que el vejete quería dar a entender al alumnado.

-Como iba diciendo: En los últimos días, y por las noches...

<< Carajo ¿quien le entiende? >> - Pensó el mismo chico Ravenclaw, sacándose "cierto objeto" gelatinoso y verduzco de la nariz.

-... Se han suscitado varios ataques. Ataques que, bueno, no queremos poner en evidencia a nadie pero... Alumnos y profesores corremos peligro de ser... Violados... cof... cof... Parece que el "presunto violador" que por cierto también es un ser de la noche, léase vampiro, tiene predilección por que sus víctimas sean vírgenes.

-¡YA TE SALVASTE, PANSY!

Se escuchó una voz de mujer, que nadie supo de donde salió, pero que puso en evidencia a cierta serpiente libidinosa y lesbiana. Todo el colegio volteó la mirada hacia ella, y por ese momento, deseó que se la tragara la tierra. No aguantó las miradas de desprecio en algunos hombres y de lujuria en las chicas circundantes y salió corriendo.

-¡Orden, orden, todavía no termino!- Volvió a gritar Dumbledore desde el estrado.

<< ¿Todavía no termina? Qué asco >> -Otra vez ese chico, que ahora se llevaba a la boca, el producto de las acometidas a sus orificios nasales.

- Cuando me refería a alumnos y profesores, me estaba refiriendo, en específico, al sexo masculino.

Más revuelo en el comedor y cuchicheos entre el alumnado.

-¡Por Merlín Harry! Si todo esto es cierto... Entonces tu y yo... ¡Corremos peligro! – Ron tenía el rostro más pálido que de costumbre.

-Eh, bueno, si... Ron... Corremos mucho peligro.

-¡Quiero irme a casa!

Neville apretaba tanto a su sapo Trevor, que el pobre animal ya tenía los ojos afuera de sus cuencas.

-¡Guarden silencio, no dejan escuchar al vejete! -La sabelotodo sangre sucia Hermione Granger entraba en acción. Así pues, no quedó de otra más que seguir poniendo atención.

-Muchos de ustedes se han de preguntar- continuó Dumbledore- Por qué últimamente, no se ha visto a Nick, "casi decapitado" y a Argus Filch, rondando por el colegio. Temo decirles que ellos, desgraciadamente... ¡YA!

Un Oooh, de expresión y lamentación general.

-Por tal motivo, todos los hombres, sean o no vírgenes, tendrán que ir a la enfermería con la señorita Pomfrey. Se les hará un examen físico OBLIGATORIO. Los que resulten positivos y posibles víctimas, tendrán que dirigirse inmediatamente hasta el despacho de Snape, para que les dé información importante para su protección. Bien jóvenes, que pasen buen día.

Y entonces Dumbleddore se sentó a desayunar, como si nada malo pasara, entrándole con singular alegría a sus tacos de canasta, de papa y requesón.

-¡Y lo dice así tan tranquilo!-Bufaba Ron-Ya ni los fantasmas se escapan del violador ¿Qué podemos esperar entonces?

-¡En lugar de estarte quejando, deberías ir a la enfermería a hacerte el examen!

-Para tí es fácil Hermione, como eres virgen y eres mujer.

-Ejem... Bueno… yo…

-Hermione tiene razón Ron, vamos a la enfermería, seguramente habrá mucha gente, y quiero ser de los primeros en hacerme ése examen- Dijo Harry resuelto.

-¿Puedo ir con ustedes? No quiero estar solo -Comentó Neville casi al borde del llanto.

-¡Claro Neville! Vamos, de prisa.

-Bueno, aquí nos separamos chicos, tengo deberes que hacer. Los veo más al rato en la sala común. Que tengan suerte << La van a necesitar >>.

Hermione desapareció tras un pasillo tarareando una canción de lady gaga.

Como Harry había predicho, haba una fila enorme cuando llegaron. Draco Malfoy, estaba amenazando a los primeros en pasar, si acaso no cedían su privilegiado lugar. Crabbe y Goyle, ya los tenían tomados por el uniforme con un puño cerca de la cara. Cuando el rubio vio llegar a Harry; con pose altiva, típica Malfoy, se le plantó por delante.

-¡Potter!

-¡Malfoy!

-¡Déjalo en paz hurón!- Gritó Ron de inmediato.

-¡Guarda silencio comadreja, no te metas en lo que no te importa! – luego dirigió si vista al terceo de la comitiva- ¿Y a quién tenemos aquí? a Neville Longbotton y su pestilente sapo. ¡Qué trío tan encantadoramente repulsivo!

-Tú lo has dicho Malfoy, somos encantadores. Pero yo agregaría también, que somos… Irresistibles.

Harry pasó su lengua descaradamente por la comisura de sus labios, para después morderse el labio inferior.

-Por lo que acabo de ver Potter, tú tienes de virgen lo que yo tengo de sangre sucia.

-Pudiera ser que si... Pudiera ser que no...

Harry fue acercándose seductoramente hacia Draco, quien empezó a retroceder algunos pasos, terminando acorralado en la pared contraria, para sorpresa de propios y extraños.

-¿Eres virgen Draco?- Harry soltó la pregunta sin contemplaciones.

-¡Qué te importa perdedor!- La pregunta había sido tan directa que, lo había tomado por sorpresa.

-Eso lo tomaré como un sí mi querida y sexosa serpiente. Por tal motivo, tú también corres peligro inminente, yo podría poner fin a tus preocupaciones. Tú dices si quieres salvarte.

Lo dijo en tono sutil y bajo, que solo el rubio platinado pudo escuchar la proposición indecorosa del Gryffindor.

-¡APARTATE DE MI NINFOMANO! – Draco empujó a Harry con todas sus fuerzas.

- ¡JA! El hurón me tuvo miedo. ¿Vieron todos? El niño mimado de Lucius es un cobarde.- Dijo Harry muy pagado de sí mismo.

Draco se vio ridiculizado, y sus mejillas se tornaron color rojo encendido. Al verse rodeado de miradas burlonas, corrió hacia la nada, no sin antes soltarle un certero puñetazo a Harry en el estómago. Harry se dobló del dolor.

-¡ESTO LO PAGARAS MALFOY! -Gritó Ron acercándose a Harry para auxiliarlo.

-El maldito pega fuerte.-Harry apenas podía hablar.

La señorita Pomfrey, al escuchar el escándalo a fuera de la enfermería, salió de inmediato para ver lo que pasaba. No hubo falta preguntar siquiera. Al ver el rostro desencajado de su mejor "cliente" (Harry) supo que había estado envuelto en una trifulca para no perder la costumbre. Con mucho enojo e impaciencia le hizo pasar antes que a cualquier otro alumno. Ron y Neville se quedaron afuera.

-¡Siempre metiéndose en líos Potter!- Gritó desesperada la eficiente enfermera, azotando a puerta tras ella.

-Pero yo...

-¡No me diga nada! estoy harta de sus patéticas excusas... Ahora, ya que está aquí aprovecharemos para hacerle su examen. ¡Bájese los pantalones! súbase en la mesa, y colóquese, como vulgarmente se dice: En cuatro patas.

-¡WTF! -Harry tragó saliva, cuando observó que la mujer se colocaba unos guantes de látex. -Creo que dejé los frijoles en la lumbre, regreso más tarde.

-¡AH NO POTTER, USTED NO SALDRÁ DE AQUÍ VIVO! MUAHAHA.

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15 Minutos después, la puerta de la enfermería se abrió y Harry salió sin color en sus mejillas.

-¿Que pasó Harry? ¿Cómo te fue?

-N -no... Querrás saber... Ron...

-¡Sí quiero saber! ¡Dime cómo te fue!

-¡AHORA VAYA DE INMEDIATO CON EL PROFESOR SNAPE PARA QUE LE DE MAS INDICACIONES, POTTER!

La enfermera haba asomado su cabeza por el marco de la puerta y las manos enguantadas.

-¡EL ESTUDIANTE QUE SIGUE! Ah, ¡Es usted Ronald Bilius Weasley!

Cuando Ron vió las manos de la enfermera gritó de Terror.

-¡NO! me rehúso, me rehúso…

Ron intentó echar a Neville por delante, pero todo fue inútil. La señorita Pomfrey lo alcanzó por el brazo y lo llevó arrastras.



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Harry llegó hasta el despacho de Snape, y dudó en llamar a la puerta; pero para su sorpresa, ésta se abrió primero, revelando la cara arrugada y agria del profesor de pociones.

-¡Potter! tenía que ser usted el primero-Gruñó muy molesto.

-Me han enviado aquí para...

-Ya lo sé, no quiera verme la cara de imbécil Potter.- Severus lo agarró por la ropa y lo hizo entrar a trompicones.

-Ahora saque su varita.

Harry obedeció prontamente, nervioso; los olores y el tono a media luz del despacho no le causaban nada de gracia.

-Ahora Potter, como usted debió de haber escuchado decir al profesor Dumbledore; el violador es muy astuto, peligroso y escurridizo.

( NA: Eso no lo dijo Dumbledore ¬¬)

-…Es un vampiro, lo que sabemos hasta el momento. Ataca por las noches en los lugares menos inesperados. No intente negociar con él. Si tiene la mala fortuna de toparse con la criatura, sacará su varita. La tomará de esta forma… ¡No le mire directamente a los ojos, o lo hipnotizará! y... ¡No me mire con cara de idiota y copie mis movimientos Potter!

- Oh ¡Lo siento profesor! – Harry se puso en guardia.

-Tomará la varita y dirá con voz potente: ¡VAMPIRO, VAMPIRO¡ QUE POR LAS NOCHES VOLARÁS¡A PESAR DE TUS HECHIZOS, MIS NALGAS, ¡NO LAS TENDRÁS!

Harry puso con cara de: ¡WTF!

-Es… una especie de broma, ¿verdad?

-¡NO ES UNA BROMA POTTER!

-¿En verdad tengo que decir... eso?

-¿Acaso quiere que lo violen Potter? ¡POR SUPUESTO QUE DEBE DECIRLO!

-E-está bien- Harry volvió a tragar saliva.

-Bien, su turno Potter. Dígalo con voz fuerte y convencido de lo que está diciendo.

-Ahm… Vampiro, vampiro... que por... las noches volarás... A pesar... de tus hechizos, mis nachas, no las tendrás...

-¡POR MERLIN POTTER¡ ¡Lo ha dicho mal!

-Es que no me sale la palabra, profesor.

-Debe decir nalgas, en lugar de Nachas, Potter. ¿Entendió? ¡NALGAS!

Harry se sonrojó.

-¡Lo que faltaba! Un Gryffindor cobarde y sonrojado. Repita conmigo: ¡NALGAS!

-N-nalgas...

-¡NALGAS!

-Nalgas...

¡MÁS FUERTE POTTER! ¡NAAAALGAS!

-¡NALGAS!

-Así está mejor. ¡Ahora, haga el movimiento de varita y conjuro completo, antes de que pierda la paciencia y lo eche con un punta pié colocado certeramente en su redondo trasero!

Harry se puso en posición de ataque y aclarándose la garganta, dijo con voz fuerte:

-¡VAMPIRO, VAMPIRO, QUE POR LAS NOCHES VOLARAS! A PESAR DE TUS HECHIZOS, MIS NALGAS ¡NO LAS TENDRÁS!

Un rayo color violeta salió de la punta de la varita de Harry, descargando su furia contra una estantería repleta de pociones que se hicieron añicos en el suelo. Severus Snape apretó los puños enardecido.

-Ya ha aprendido el conjuro Potter. Ahora ¡largo de mi vista engendro!

Snape tomó a Harry por el brazo y lo sacó de su despacho con exceso de fuerza bruta (o un bruto con fuerza)

<< Al que deberían violar, es a otro... es un completo histérico el hijo de puta >> - Pensó Harry molesto, sobándose el antebrazo.

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CONTINUARA.
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